¡Ay que ver!
¡Ay que ver!
¡Qué mal le sienta!
¡Qué mal le sienta, mal fatal!
La lírica no ha terminado tampoco, la verdad, es que me da igual.
Y si en su máximo esplendor se tumba una sobre las demás, toma esplendor en la hierba.
¡Ay que ver!
¡Qué mal le sienta!
¡Qué mal le sienta, mal fatal!
La lírica no ha terminado tampoco, la verdad, es que me da igual.
Y si en su máximo esplendor se tumba una sobre las demás, toma esplendor en la hierba.



